Durante el torneo internacional de Viena de 1898 se enfrentaron Mikhail Chigorin y el Dr. Siegbert Tarrasch. Tras la jugada 37, Chigorin ofreció tablas a Tarrasch en un final de alfiles de distinto color (ver posición en diagrama).
Tarrasch rechazó el ofrecimiento del maestro ruso y ante su sorpresa Chigorin cogió entonces su propio alfil y lo quitó del tablero diciendo: "¡Pues trate de ganarme!".
Ahora Tarrasch entendió la naturaleza de la posición y aceptó inmediatamente las tablas.
¡El rey negro no podrá nunca pasar de su campo porque los peones blancos se lo impiden! La presencia o no del alfil blanco no altera el resultado.
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